Descubren un glaciar robando hielo a otro en la Antártida: los expertos lo llaman "piratería de hielo"
Un curioso fenómeno - o podríamos decir delito- se observó gracias a las imágenes satelitales de la Antártida. Y lo más sorprendente: ocurrió en solo 18 años, cuando se creía que este proceso tardaba siglos.

Un glaciar en la Antártida está cometiendo "piratería de hielo" al robarle hielo a un glaciar vecino, en un fenómeno que sorprende a los expertos ya que nunca se había observado que suceda en tan poco tiempo. La sustracción ocurrió en solo 18 años, algo que normalmente se da a lo largo de cientos o incluso miles de años.
Según Heather Selley, investigadora principal del estudio realizado por la Universidad de Leeds, la idea de que los glaciares puedan “robar” hielo entre sí tan rápido es completamente novedosa. “No sabíamos que esto podía ocurrir de esta manera, lo que convierte el hallazgo en algo fascinante y, a la vez, preocupante”, afirma la experta. Esto representa un cambio sustancial en la comprensión de cómo se comportan las corrientes de hielo en la Antártida Occidental.
¿Por qué ocurre el robo de hielo?
El equipo de Leeds identificó que el fenómeno ocurre entre las corrientes de hielo de la región de Pope, Smith y Kohler. Mientras algunas corrientes se aceleraron hasta un 87 % en menos de dos décadas, otras, como el glaciar Kohler West, se ralentizaron un 10 %. Esto último se debe a que el glaciar vecino, Kohler East, absorbe su hielo debido a un cambio en la pendiente superficial, causado por el adelgazamiento diferencial.
Este fenómeno se denomina “piratería de hielo” porque el flujo se redirige de un glaciar a otro, como si el glaciar más rápido estuviera apropiándose del hielo de su vecino más lento. Los investigadores subrayan que este descubrimiento obliga a replantear cómo entendemos la dinámica del hielo antártico y sus implicancias a largo plazo, especialmente con el nivel del mar.
Además, seis de los arroyos de hielo alcanzaron velocidades promedio de más de 700 metros por año en 2022, el equivalente a avanzar la longitud de seis canchas de fútbol profesional en un año, una velocidad inusual para glaciares.

La aceleración de varios glaciares en la Antártida Occidental está directamente relacionada con el cambio climático. A medida que el océano se calienta y se adelgazan las plataformas de hielo, la dinámica interna de los glaciares cambia. Esto provoca que el hielo fluya más rápido hacia el mar, aumentando el riesgo de un eventual colapso.
En el caso de Kohler East, el adelgazamiento acelerado provoca un mayor estiramiento del hielo, lo que permite que absorba parte del flujo de Kohler West. Sin embargo, esta interacción aún no se comprende completamente, y se están realizando nuevos estudios para evaluar el impacto en el nivel del mar.
Consecuencias futuras
La situación preocupa a la comunidad científica, ya que un cambio en el equilibrio de los glaciares puede acelerar el derretimiento global y elevar el nivel del mar. Las plataformas de hielo Dotson y Crosson, dos de las salidas más rápidas en la Antártida occidental, están viendo un adelgazamiento continuo que pone en riesgo su estabilidad.
“Es fundamental entender cómo esta redirección del flujo de hielo impactará en el futuro”, señala Anna Hogg, coautora del estudio. La incertidumbre sobre cómo evolucionará esta dinámica hace urgente seguir monitoreando la región.
El hallazgo de la “piratería de hielo” podría ser un indicio de procesos similares en otros glaciares antárticos. Los investigadores están evaluando si otros sistemas de hielo también están sufriendo alteraciones por el calentamiento global.
El riesgo de un aumento acelerado del nivel del mar ya afecta a más de 410 millones de personas en el mundo. Comprender cómo estos fenómenos contribuyen al colapso de la capa de hielo es fundamental para diseñar estrategias de adaptación y mitigación.
Referencia de la noticia:
Heather L. Selley et al., Aceleración, desaceleración y redirección del flujo de hielo en corrientes de hielo vecinas en la región de Pope, Smith y Kohler de la Antártida Occidental, The Cryosphere (2025)