¿Quién cultiva de forma más eficiente y con menor impacto: ellos o ellas? Lo que dice la ciencia
Las mujeres al frente de las explotaciones agrarias húngaras sorprenden: producen los mismos ingresos agrícolas utilizando menos fertilizantes, energía y pesticidas que sus colegas masculinos, según revela un estudio. El hallazgo vuelve a situar el género en el centro de la agenda climática mundial.

En tiempos de calentamiento global, saber quién puede producir alimentos utilizando menos fertilizantes, energía y pesticidas se ha convertido en una cuestión decisiva. ¿Existe una diferencia entre la forma en que hombres y mujeres gestionan sus recursos rurales?
Un equipo de científicos del HUN-REN Centre for Economic and Regional Studies y la Corvinus University of Budapest, en colaboración con la University of Primorska y otras instituciones europeas, decidió investigar precisamente esta cuestión, utilizando datos reales de miles de granjas húngaras entre 2015 y 2020.
Los investigadores utilizaron la base de datos Farm Accountancy Data Network (FADN), que rastrea los costos e ingresos de las granjas.
Puede que no parezca mucho, pero la diferencia es estadísticamente sólida y señala el camino hacia políticas agrícolas más justas y sostenibles.
¿Qué es la ecoeficiencia?
La ecoeficiencia puede sonar académica, pero la idea es simple: producir más ingresos por hectárea causando menos daño ambiental. En el estudio, tres gastos pesaron en el cálculo: fertilizantes, pesticidas químicos y energía, porque representan una parte importante de las emisiones de gases de efecto invernadero y de la contaminación del suelo y de las aguas subterráneas.

A la hora de medir estos “ingresos verdes” no basta con mirar los ingresos. Es necesario ubicar la finca en un grupo comparable para ver si está en la frontera de las buenas prácticas o si hay espacio para recortar desperdicios. Para ello, los autores aplicaron la técnica de Data Envelopment Analysis, que funciona como una regla que separa a los más eficientes del resto, sin requerir fórmulas complicadas para el lector lego.
Hallazgos clave en cifras (y por qué son importantes)
Los resultados desafiaron la idea de que las propiedades más grandes o más capitalizadas serían automáticamente las campeonas del desempeño ambiental. Las mujeres, aunque dirigen granjas más pequeñas y emplean mano de obra menos remunerada, han liderado la fiebre verde.
- Ventaja consistente: la diferencia promedio de 0,045 puntos a favor de las mujeres persistió en casi todos los escenarios probados.
- Dónde brillan más: en el 25 % superior de las explotaciones agrícolas, la brecha se amplía; en los de peor desempeño, los hombres tienen una ligera ventaja, lo que señala espacio para intercambiar experiencias entre pares.
- Más producción con menos insumos: la descomposición estadística mostró que sólo el 13 % de la ventaja se debe a factores observables (tamaño, edad, diversificación). El 87 % restante proviene de estilos de gestión aún pobremente reflejados en los números, un uso juicioso de los insumos, la cooperación entre vecinos o una mayor disposición a probar tecnologías limpias.
- Desafío generacional: los líderes rurales son, en promedio, mayores que sus colegas masculinos, lo que hace sonar la alarma sobre la sucesión y la entrada de jóvenes agricultoras al sector.
Estos puntos sugieren que los programas públicos que facilitan el acceso al crédito, la tierra y la asistencia técnica para las mujeres pueden producir ganancias ambientales inmediatas y también aumentar los ingresos en las comunidades agrícolas.
Reflexiones: del campo húngaro al mundo
Si las diferencias en la gestión explican más que las diferencias en la estructura, apoyar la capacitación de las mujeres rurales se convierte en una estrategia climática. Después de todo, cada kilo de fertilizante ahorrado significa menos óxido nitroso en la atmósfera y menos algas tóxicas en los ríos.
Por otro lado, el estudio nos recuerda que no todos los factores caben en una hoja de cálculo. La cultura local, las redes de cooperación e incluso las preferencias de riesgo influyen en las decisiones diarias en el campo.
El mapeo de estos elementos, a través de entrevistas, extensión rural o proyectos piloto, ayudará a transformar la ventaja actual de las mujeres en la norma para todo el sector. Si queremos una agricultura competitiva y neutra en carbono, quizá la pregunta correcta no sea tanto "¿quién produce más?", sino "¿quién produce más?", y “¿quién produce mejor para todos?”.
Referencia de la noticia:
Gender-based differences in eco-efficient farming. 7 de maio, 2025. Fertő, I., Baráth, L. & Bojnec, Š.